Cómo funciona un detector de apertura
El detector de apertura es un dispositivo de seguridad para colocar en escaparates, puertas y ventanas que provoca un salto de alarma en cuanto estos son manipulados. Si vives en un chalet o casa unifamiliar con grandes ventanales, el detector de apertura te protegerá de los ladrones advirtiéndote de su presencia.
Este dispositivo consta de dos piezas: una se coloca en el marco de la puerta o ventana y la otra en la hoja o pieza abatible. Entre ambos elementos del sensor se forma un campo magnético que, al interrumpirse por la separación o vibración de las piezas, activa la alarma para alertar de una posible intrusión y activar el protocolo de seguridad.
Los ladrones acceden a las viviendas donde quieren robar normalmente por las puertas utilizando diferentes técnicas, como el resbalón, bumping, etc. Las ventanas también son utilizadas para acceder a las viviendas, sobre todo en verano, cuando se encuentran abiertas la mayor parte del tiempo. En chalets o casas bajas esta opción es la más cómoda y rápida.
De hecho, uno de cada cinco ladrones accede por la puerta principal para perpetrar sus robos mientras que un 57% lo hacen a través de una ventana. Por eso, es fundamental controlar estos accesos y contar con un sensor que no solo detecte la apertura, sino también los golpes y las vibraciones que los intrusos generan al intentar entrar.
La alarmas Verisure de Securitas Direct incluye un detector de apertura con tecnología Shocksensor, capaz de detectar al intruso antes de que entre en el lugar protegido. Si el ladrón quisiera entrar en el inmueble protegido, la vibración del detector de apertura emitirá una señal de alerta que será inmediatamente recogida en la central más grande y moderna de Europa, donde los expertos verificarán la incidencia en tan solo 29 segundos, llamando a la Policía si fuera necesario.
Su instalación es muy sencilla, ya que es un dispositivo inalámbrico, por lo que no precisa de obras ni cables para su instalación.